
Una pálida noche de luna. Eso fue Argentina en la Copa América de fútbol que preparó para ganar, pero que deberá postergar su objetivo tras la eliminación del sábado último en la cancha de Colón de Santa Fe.
Fácil es hablar del fracaso después del resultado, pero evidentemente echarle la culpa a un equipo y un técnico no es el camino a seguir. En realidad el proceso de las selecciones nacionales viene mostrando contradicciones permanentes, cambios de timón y la urgencia por salir campeones no tiene que ver con la seriedad de un trabajo que alguna vez amalgamó desde las selecciones juveniles el entrerriano José Peckerman y que lamentablemente no tuvo continuidad, porque esa premura de los resultados devoró técnicos como Bielsa, Maradona, el propio Peckerman.
Argentina perdió nivel pese a sus estrellas que brillan especialmente en Europa. No tiene el rigor táctico que sí mostró, por ejemplo, Uruguay.
El fútbol argentino está en crisis. No es casualidad el mal momento de River y su descenso histórico, las deudas que tienen a maltraer a clubes como Gimnasia de La Plata y Huracán que junto a Quilmes bajaron un escalón.
Se podrá decir que ascienden los clubes prolijos en sus economías. Pero tampoco es una verdad única. Rafaela superó una instancia económica importante en los albores de la década del ‘90, mantuvo un perfil bajo y sin dudas que es el club a imitar. Presupuesto bajo, laburo en la cancha y ascenso directo. Unión padeció problemas pero salió adelante, lo mismo Belgrano, o el propio San Martín de San Juan. Prolijidad en momentos claves tuvieron para lograr subir de categoría. En la Selección el ejemplo no es del mejor. De Maradona a Batista tras la eliminación en Sudáfrica y ahora la pregunta es, ¿quién podrá defendernos? Quién se disfrazará de Chapulín Colorado para gritar “Yo”.
Hay múltiples aristas que deberían ser revisadas.
TEMA GRONDONA. Mientras el grifo deportivo parece abrirse para los clubes del interior, evidentemente el reparto de la torta económica no es para todos. Y en el interior se contentan con jugar, amén de los costos excesivos que deben pagar. Don Julio tiene manejo plenipotenciario y un sistema de votación infranqueable a la hora de discutirle el poder. Y bajo ese mismo poder es Grondona quien designa técnicos en la Selección. Así como fue el responsable en parte de los éxitos también es responsable de estos últimos años de pobres resultados.
LOS JUGADORES. Quien esto escribe hace algunos días le comentaba a un pibe paranaense hoy en las inferiores de Racing que nunca hay que perder la humildad y siempre recordar los orígenes. Muchos jugadores de la selección, lamentablemente, pierden la humildad y esa garra que deben mostrar cuando se trata de ponerse la camiseta celeste y blanca. Ejemplos sobran. Había una comparación el sábado entre una selección y otra. Mientras los uruguayos llegaron de trajes impecables, firmaron autógrafos, se sacaron fotos y tomaron mate, a los jugadores argentinos había que espiarlos detrás de unas palmeras, hablan solamente en forma exclusiva con los medios en los que los patrocinadores miran atentamente y en el micro saludan con total desgano. Los galácticos argentinos devoraron técnicos y cosecharon malos resultados.
EL TÉCNICO. Como la mayoría de los entrenamientos son a puertas cerradas y evidentemente desde el interior se complica recorrer todos los días 600 kilómetros hasta Ezeiza para ver el trabajo argentino, sería hasta irrespetuoso decir que el DT Sergio Batista tiene pocas horas de trabajo en su proceso. Pero donde queda reflejado que no se labura mucho puertas adentro es en las jugadas de pelota parada. Argentina perdió casi siempre en su propia área ante los cruces de pelota de Diego Forlán. El grandote Lugano pudo contra todos. Otro aspecto fue el sistema táctico. Línea de 4, doble cinco y 4 jugadores con vocación ofensiva. Sin carrileros, Gago y Mascherano tuvieron que hacer tarea por partida doble. Mascherano terminó expulsado y Gago lesionado. Luego entró Biglia que caminó la cancha sin entrega.
Batista dejó mucho tiempo a Pastore en el banco, pero cuando el jugador ingresó ante Uruguay pareció mandarle un mensaje al DT. Un par de paredes, algún cambio de frente y nada más. Mientras Forlán era el ejemplo de actitud durante todo el partido, Messi se desinfló tras un excelente primer tiempo.
EL FUTURO. Así las cosas el camino de Argentina hacia el Mundial de Brasil 2014 será más que tortuoso. ¿Qué selección preparar para agosto cuando arranque la eliminatoria sudamericana? Son horas claves. El fútbol argentino, que exporta a granel a sus jugadores, se está olvidando de las fuentes. Ya el anillo de oro de Don Julio con la leyenda “Todo pasa”, que lleva en una de sus manos, no aparece como la solución. Este fracaso de la Copa América debería ser tomado como el punto de partida de cambios claves para volver al camino de los éxitos.
Desorganización, robos y falta de respuestas
La organización fue muy severa con los medios acreditados a la Copa América. O con quienes por ejemplo trabajaron en la cancha de Colón. Sin embargo, el sábado hubo muchos “periodistas” que no trabajaron y vieron el partido como hinchas más y cómodamente sentados en los pupitres supuestamente para los medios que iban a trabajar. Por otra parte no hubo respuestas a los robos de material de trabajo. A La Nación le sustrajeron desde la zona de pupitres una computadora. Al reportero gráfico de EL DIARIO una óptica. Reventa en forma inescrupulosa, entradas truchas fueron otros aspectos de la organización. Una Copa que dejó una mala imagen y que fue reflejada por la prensa a nivel internacional.
Publicado por: El Diario de Paraná.
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