A pura adrenalina, seis pilares de Las Leonas vivieron las horas previas al debut con Sudáfrica; cómo manejan la ansiedad, sus ilusiones y el valor humano del grupo.
ROSARIO.? Les recorre una adrenalina tan intensa que, si fuese por ellas, se tirarían a la pileta así como están, con ropa de entrenamiento. Sole García se transforma de pronto en Michael Phelps: estira los brazos, sonríe pícara y amaga con el chapuzón. Como en una coreografía del viejo noticiero Sucesos Argentinos, enseguida la siguen las otras pilares del conjunto argentino, Luciana Aymar, Claudia Burkart, Belén Succi, Alejandra Gulla y Noel Barrionuevo. Las horas previas al debut en el Mundial se consumen entre la terraza del hotel de la concentración, las charlas técnicas y los movimientos livianos.
¿Qué las lleva a pensar que pueden ser campeonas del mundo, más allá de los formidables antecedentes? "Ese equilibrio como equipo, entre jóvenes y experimentadas, es esencial para concretar este sueño que buscamos todas", se adelanta Burkart, que volvió al seleccionado luego de una renuncia momentánea por cansancio mental: "La duda en mi regreso fue si me sentiría al ciento por ciento, pero después comprobé que podía estar a la par del grupo".
Lucha siente que este certamen es un premio que le dio la vida: "Cuando veo el entusiasmo que despertamos en las adolescentes se me hace un nudo en la garganta; no veo la hora de escuchar el Himno y jugar por los puntos".
Alejandra Gulla ya tiene en claro que éste será su último torneo de peso con el seleccionado: "Después de doce años con las Leonas, terminar jugando un Mundial en la Argentina, con nuestra gente y toda la familia del hockey, va a ser muy emocionante. Este será mi último certamen y ya no quiero proyectarme hacia los Juegos Olímpicos de Londres 2012".
Noel Barrionuevo escaló al tercer lugar en popularidad. Es la más buscada por los medios de prensa, luego de Aymar y García; construyó su fama por su carisma y por su increíble puntería en los córners cortos: "Ojalá que siga siendo tan efectiva como en Nottingham. Obviamente me voy a sentir distinta por el entorno, quizá producto del nerviosismo, la ansiedad y el entusiasmo del debut ante los seres queridos. Pero espero dar lo mejor".
Como habrá micrófonos cerca de los arcos, seguramente se escuchará la arenga de Belén Succi en la defensa de los córners cortos: "Eso es algo que nos pide el Chapa Retegui en las charlas técnicas: que las arqueras dirijamos esas situaciones y ordenemos la parte defensiva. En este torneo, por el aliento del público, no nos vamos a escuchar tanto como cuando jugamos en el exterior; ya nos dimos cuenta en los amistosos, así que tendremos que hablar el doble para estar bien comunicadas entre las líneas".
Como buena cordobesa, Sole García no para de hacer chistes. Pero reflexiona cuando habla de las aspiraciones de las Leonas: "La unión del grupo y la convicción son la llave para ser campeonas. Todavía no me imagino cuando lleguemos al estadio, la gente que va a haber en las tribunas, la salida a la cancha para entrar en calor, el momento del Himno. ¡Quiero arrancar ya!", y casi hay que atajarla para que no se tire al agua.
Succi; Barrionuevo, D?Elía, Burkart y Rossi; Russo, Aymar y Scarone; Rebecchi, García y Gulla es un esquema tradicional de las Leonas, pero el equipo maneja una variedad de sistemas acorde con el juego del rival. Así, ese 4-3-3 puede mutar rápidamente en un 3-2-3-2 o en un 4-3-1-2. "Siempre hay alguien de nuestro cuerpo técnico que se convierte en el abogado del diablo y analiza nuestras falencias", explica Retegui.
Publicado por: La Nación
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